La noble diferencia entre la chica de BBVA y ser periodista
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La noticia más importante del verano en el ámbito del periodismo fue, sin lugar a dudas, el fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal que obligó al Poder Ejecutivo a no discriminar a medios opositores en su reparto de publicidad oficial. El tema fue ampliamente cubierto por los medios. Si bien obviamente no podemos hacer otra cosa que celebrar el fallo y alegrarme por el mejor porvenir que seguramente tendrá de aquí en más el diario en donde trabajo, me parece necesario mirar un poco el tema desde afuera y hacer un par de comentarios sobre lo que parece ser la “publicidad oficial”. Subtítulos:
1-. No es “publicidad oficial”, es “pauta pública”.
2-. La pauta pública no debería ser tan importante.
3-. El que sabe, se enoja.
4-. Quién gana.
5-. Lo que no dice el fallo.
6-. Lo que no hace el fallo.
“¿Qué onda Clarín? digo para jugarle una fichitas…”. Me preguntaba alguien que empieza a conocer, como yo, el mercado de capitales. Obvio que lo decía en chiste. Clarín salió con un precio de venta por acción de 25 pesos y llegó a valer cerca de 4 hace unas semanas. Nada tuvo que ver la crisis financiera mundial, la acción cayó desde el comienzo, como lo hicieron las de Banco Patagonia y las de Consultatio. Pero lo cierto es que la pregunta me llevó a bolsar.com para ver la cotización, y entonces allí me di cuenta de lo que Clarín ganaba, de lo que el gran diario argentino era.