Las publicidades marcan el ritmo de la vida. Nuestra forma de vestir, de hablar, de mirar y de vivir está condicionada por estereotipos que se configuran como legítimos y aceptados por el grueso de la sociedad. En la era de las comunicaciones, los anuncios encontraron tierra firme para erigirse como modelos que muestran una realidad ideal y utópica alcanzada por unos pocos.
Aquí radica el gran problema. Más de uno afirma que le encantaría ser como el de la tele, lucir como la mujer de la revista, usar vestidos ajustados (en caso de las mujeres) y portar físicos esbeltos. La publicidad es un fenómeno que intenta persuadir a las masas brindándoles una ilusión: tener el físico soñado. Sin embargo, la frustración emerge invariablemente cuando nos enfrentamos al espejo y caemos en la cuenta de que, en realidad, estamos muy lejos de ser tan privilegiados.
La genialidad de este video radica en el trato que se le dio a esta cuestión y la manera en la que fue plasmada. Justamente, esto explica por qué tuvo un alcance masivo en poco tiempo. Brenda Fiala, perteneciente a la agencia de publicidad digital Blast Radius, sostuvo que la campaña tuvo éxito “porque se nutre de emociones profundas y golpea sobre una verdad humana real para las mujeres. Muchas mujeres se subestiman a sí mismas”.
Otras de las razones que explican la gran aceptación que tuvo la campaña es que ésta apela a la emotividad. Se trató de movilizar y generar un impacto en el receptor. Anselmo Ramos, director Creativo de Ogilvy & Mather, jefe del proyecto “Real Beauty Sketches” y como tal, uno de los ideólogos de esta publicidad, afirmó que “la mayoría de los anuncios de hoy no evocan ninguna emoción clara, sólo comunican un producto o servicio. “Queríamos hacer algo realmente emotivo”, concluyó.
La emoción es viral
Los videos que logran emocionar son, sin lugar a dudas, los más viralizados en las redes sociales, logrando un alcance multitudinario en un período corto. En este caso, eso fue lo que sucedió. La campaña se publicó el 14 de abril de 2013 y rápidamente generó una fuerte reacción. En pocos días, la versión de tres minutos había sido reproducida 7 millones de veces, mientras que la de 6 minutos unas 900.000. La campaña generó casi 30 millones de visitas y 660.000 acciones de Facebook durante sus primeros diez días. Además, el 97% de los comentarios en YouTube fue positivo, prueba fehaciente del éxito publicitario.
Rápidamente, los medios gráficos se hicieron eco del video. En un artículo del Huffington Post, Emma Gray soslaya que “si bien las intenciones comerciales detrás de la campaña son obvias, el mensaje parece ser verdadero y va en contra de todos aquellos anuncios femeninos que intentan avergonzar a la mujer de comprar cosas”. Dove revela el misterio de la belleza física: todo es una cuestión de perspectiva. La imagen que nos devuelve el espejo no es la que determina cómo somos, sino cómo nos vemos.