La explicación oficial sobre por qué Google cada tanto juega con su marca es que son chicos cool, residentes en un mundo lúdico en el que todo está permitido. Obviamente nada de eso es cierto. Desde el punto de vista del marketing clásico, jugar con el logo de uno está mal: da sensación de fragilidad, de poca seriedad. Pero Google se lo permite porque le conviene bajo el nuevo paraguas del marketing digital que él mismo creó. Qué logra Google con sus doodles:
- Con muy poco, hace hablar a toda la prensa tradicional de su marca.
- Atrae a nuevos usuarios únicos (que por simple costumbre no se meten a buscar)
- Atrae a consumidores viejos (+ de 35 años, me animo a pensar que un adolescente entiende menos de 10% de los Doodles antes de darles un clic)
- Enseña y da ejemplos sobre cómo, qué y por qué buscar en Google (un simple clic irá a al explicación de lo que estamos mostrando).
- Vincula el mundo frío de la virtualidad con el real, el de las personas de carne y hueso.
- Aprovecha la atención antes eventos contundentes actuales.
Muchos de estos principios, en especial, los últimos dos, pueden dar pie a los medios digitales que tengan reflejos a explotar estos eventos contundentes para crear algo fácil y nuevo, que llame la atención y logre captar nuevos usuarios. Es lo que hicieron en Canadá en estas horas con el siguiente caso.
Caso de estudio: el último centavo
Contexto: el gobierno canadiense dejó de producir las monedas de un centavo porque cuestan más hacerlas que su valor nominal.
Idea: la agencia High Road Communications se le ocurre lanzar una cuenta de Twitter (@CDN_Penny) y una sencilla página web (showyourroll.ca) para que la gente muestre qué se le ocurre hacer con las monedas.
Resultado: en pocos días, la cuenta tiene +2.500 seguidores en Twitter y la página miles de visitas. La agencia gana trascendencia y popularidad.
Moraleja: con un poco de creatividad y rápidos reflejos, es posible acoplarse a un “efemérides” para atraer a nuevos usuarios a nuestros productos.