Hace uno diez días nos enteramos que Ann Arbor, Michigan, será la primera ciudad de Estados Unidos que se quedará sin su periódico diario de papel. La noticia fue ampliamente tratada por los canales habituales que difunden noticias acerca del periodismo digital y la evolución del tradicional, entre ellos 233grados, Newspaper Dead Watch y Editors Weblog. La mayoría solo informó la decisión de Advance Publications Inc, la empresa que gestionaba el diario, pero pocos intentaron dar una explicación racional sobre lo que sucedió. Creo que el mejor fue Poynter Online, cuyo columnista Rick Edmonds explicó, citando a editores del periódico, entre otras cosas, que la población de Ann Harbor es joven, por la presencia de numerosas universidades, y que los jóvenes están más habituados a consumir otro tipo de medios como Internet. Edmons adelanta además que parte del staff del diario pasará al sitio AnnArbor.com, que será el legado del diario de papel, y cita Tony Dearing, que será el nuevo director de contenidos del sitio. Dearing justificó el cierre al hablar con el blogger (y columnista del diario) Jim Carty, a quien le dijo que los periódicos se llevan mejor con ciudades con población más vieja y estable, lo que no es el caso de Ann Arbor.
¿Pero por qué realmente cerraron el diario? ¿No había alguna solución? Yo creo que sí. Me explico:
En principio, viendo por arriba la estructura de costos del diario, la pregunta es cómo el periódico no se fundió antes y duró 174 años! En el Ann Arbor News trabajaban 272 personas! Doscientos setenta y dos! Algo inimaginable para cualquier medio que opere en una ciudad de 115.000 habitantes como Ann Arbor! Para dar una idea, 270 es el número aproximado de periodistas que tiene el diario La Nación, el segundo más importante de Argentina, con tirada de 200 mil ejemplares, y considerado por algunos el de mayor calidad periodística del país (Hasta hace no mucho, cuando teníamos alguna duda, íbamos a La Nación para confirmar qué era lo cierto).
Aunque nos guste, en The Media Managemenr Blog no somos ni muchos menos expertos en finanzas, pero en un par de bullets propongo una mirada al menos de sentido común, para intentar explicar qué paso aquí, y –al menos el deseo- que no vuelva a ocurrir. ¿Qué pasó entonces?
– Mucho, pero mucho, personal: hace poco leíamos que no convenía en el largo plazo despedir a periodistas para reducir costos. Pero aquí la cosa parece que se va de las manos. Según declaran los propietarios, en el diario estaban empleadas 272 personas, que tenían un sueldo promedio de 50.000 dólares (algo muy bajo si es before-taxes). Esto quiere decir que el diario, solo en empleados, gastará 13,6 millones de dólares por año sólo en mantener a sus empleados. ¿De dónde sacarán semejante suma?
– Mucha, pero mucha, publicidad: 13,6 millones de dólares es más incluso que lo que Advance Publications Inc espera obtener de la venta del principal activo del diario, su edificio (que vemos en la foto de arriba). Si, por ejemplo, una página de publicidad en el Ann Arbor News tuviera un costo de 20.000 dólares, el diario debería vender al menos 680 páginas de publicidad sólo pagar sueldos.
– La medida del éxito: Advance Publications cerró el diario porque no le era rentable, lo que nos hace pensar qué es rentable para la empresa. Sostener un diario con semejantes gastos y tener algo de ganancia para muchos de nosotros ya es todo un éxito. Es decir, era un diario exitoso. Además, en una ciudad de 115.000 personas tiraba 50.000 ejemplares, lo cual es un rotundo éxito. Obviamente esos ejemplares irían a parar a ciudades aledañas y demás, pero la tasa de penetración es algo inaudita: 1 diario por cada 2 persona. Then, tenemos que pensar: “¿El diario quebró o cerró? ¿Fue cerrado porque no era exitoso? ¿Cuánto pensamos ganar por mantener un diario de papel?
Yo creo que la gente de Advance Publications Inc deben una explicación mejor a la que dieron sus directivos, en especial el nuevo director de contenidos de la versión online. Fíjense cómo habla: “What people don’t understand is that, yes, Ann Arbor is a dynamic, vital market… But there are a lot of things about Ann Arbor that make it harder to succeed as a print daily paper. Print papers do a little better with an older audience, and Ann Arbor is a little younger”. ¿Que la gente no entiende? Si tratan así a sus lectores…
Creo que hay soluciones alternativas para casos como este. Achicar los costos de los medios, aumentar la productividad, producir para las audiencias que nos tocan –en este caso jóvenes que se están y luego se van- y por sobretodo saber que un diario no es petróleo, no podemos esperar una rentabilidad inmensa en un producto que en principio tiene una función social. Creo que la estructura de costos de los medios de América Latina son buenos ejemplos a las alternativas de gestión que están necesitando en estados unidos.