100 años para El Cronista y 2 pulgares arriba para sus periodistas

La primera portada de El Cronista, de Buenos Aires, Argentina. 1º de noviembre de 1908.
La primera portada de El Cronista, de Buenos Aires, Argentina. 1º de noviembre de 1908.

Doble objetivo de este post: contar una excelente iniciativa de los colegas de El Cronista, en su centenario, y hablar del “ponerse la camiseta” del medio en donde uno trabaja, casi una obligación para los que trabajamos en los medios.

Lo primero: El año pasado, más precisamente el 1 de noviembre, el diario El Cronista, cumplió 100 años. Nos hemos enterado obviamente por los diarios, que le rindieron un corto pero un homenaje al fin, aunque más que comentar la trascendencia del aniversario nos abocamos a pensar en los cambios de dueños, de directivos, de bla, bla del diario de Buenos Aires. Una colega y amiga de ese diario me pasó hace algunas semanas (perdón por no responderle hasta ahora) un link sobre una curiosa iniciativa de quienes hoy trabajan en El Cronista. Hicieron una página web –en realidad son una serie de páginas en la plataforma punto-blogspot contando anécdotas, historias, curiosidades, revelando fotografías y ediciones viejas y un sin fin de cuestiones que desde el primer vistazo me parecieron excelentes.

La historia comienza en www.cronistax100.blogspot.com que sería el blog madre y luego se diversifica en www.lahistoriadelcronista.blogspot.com, www.todosloscronistas.blogspot.com (un registro con todos los periodistas y personas que pasaron por el diario), www.todoslosrecuerdos.blogspot.com (Mi preferido, relatos y anécdotas contadas por sus protagonistas) y www.todanuestrafiesta.blogspot.com (más actual, con las fotos de la fiesta de celebración del centenario). En www.edicionextraordinaria.blogspot.com, por último, están subidas las páginas del número extraordinario, escrito, diagramado y hasta impreso por iniciativa de los propios empleados.

Cuentan sobre esto último: “Este número ‘extraordinario’ se imprimió, al igual que todos los ejemplares que salen diariamente de El Cronista Comercial, en la editorial Perfil. Para hacerlo, se aprovechó el papel de las últimas 300 de las 1000 pruebas que todos los días se hacen -y se desechan- para realizar los ajustes necesarios antes de sacar las impresiones a la calle. A esa altura del proceso, la definición gráfica es casi perfecta, por lo que no fue ningún riesgo. La tapa es la réplica de la del anuario de 1931, una bella pieza que refleja el momento de contradicciones -entre el esplendor y el sacrificio, la modernidad y las prácticas productivas más primigenias- de una década difícil”.

Todo, y más Todos los Recuerdos, me parece excelente. Es historia viva que merecerá terminar en un libro.

Lo segundo: Al menos para muchos jóvenes, “ponerse la camiseta” del lugar en donde uno trabaja está “mal”. Según esa lógica, al laburo hay que ir y hay que irse en el horario justo, sin dilaciones; el laburo es todo lo que uno hace en los momentos en los “uno no vive la vida”. No voy a juzgar si está bien o mal tal afirmación, pero consideró que el “ponerse la camiseta” es casi una obligación para el periodista, al menos uno se debe poner la camiseta no del medio, sino del periodismo en sí. Hay varias explicaciones para esto, pero será para otro momento.

Escribo esto disfrutando el disfrutar de los colegas de El Cronista en su propio trabajo. Felicitaciones y felicidades entonces.